viernes, diciembre 23, 2005

Pérdidas y Separaciones

No.
La negativa con la que comienzo es cuasi-falsa. Esto quiere decir que no voy a hablar de los noviazgos en el primer sentido que cualquiera puede pensar. No voy a lloriquear, y quejarme románticamente sobre las relaciones humanas y sobre la imposibilidad del hombre para comprender a la mujer. Eso será otro escrito.
Sin embargo, voy a hablar de noviazgos, y es curioso que el escrito comience con una negativa, pues es ese lado, el negativo, del cual quiero hablar. (Noten por favor, que hablaré de lo negativo de un noviazgo mientras dura, no de la conocida negatividad para el o la protagonista del noviazgo una vez éste termina.)

La absorción que produce el enamoramiento y una relación nueva es increíble. Increíble sí, pero en un primer momento justificada. Dos personas se conocen, se besan, se enamoran. Entonces deciden que quieren compartir al menos un período de sus vidas, y se dan cuenta que no se conocen realmente. Quieren pasar tiempo juntos conociéndose, aprendiendo cómo es el otro en distintas situaciones, y por supuesto, disfrutando de su compañía. Pero, ¿cuánto es justificable de la absorción en una pareja?

El cambio que produce en el comportamiento de una persona el hecho de estar en pareja, también es notable. Deciden, por propia voluntad, quedarse en su casa esperando un llamado telefónico, no salir por la noche para no preocupar o molestar a su pareja, y demás. Pero, ¿cuánto es tolerable del sacrificio de cosas en una pareja?

Estas dos preguntas tienen la misma respuesta, la cual sólo varía dependiendo a quién le sea hecha. Si se lo preguntamos a algún miembro de la pareja, responderá seguramente que “mucho”; pero si se lo preguntamos a las personas en sus respectivos vínculos sociales, dirán que “poco”.

¿Por qué la diferencia?
Simple. Porque si en verdad en la pareja se puede encontrar una persona con la cual compartir todo, entonces los miembros de tal, no sienten nunca la falta de nada, a menos que falte el otro. En cambio, los grupos sociales siempre notan la falta de cualquier cosa. Y también la presencia.

La pareja vive obnubilada por su propia luz, el grupo social ve siempre con claridad y juicio crítico. Esto es una realidad que las parejas no toleran, ni comparten, y hasta incluso les parece despótico y sin fundamentos. (Lo más curioso, o lamentable, es que cuando la pareja se disuelve, los miembros aceptan esta realidad.)

Más allá del análisis, y de la capacidad de poder interpretarlo correctamente, seguimos perdiendo personas en el camino, seguimos separándonos de aquellos que caen en las férreas y suaves garras de “la pareja”.

¿Cómo hacer para que aquellos que se dejan llevar por esa voz seductora comprendan que pueden no perder ni sacrificar nada y al mismo tiempo estar en pareja?
Imposible.
Lamentable, pero no hay manera de lograr este objetivo. No hay frase, golpe, razón que pueda esclarecer los pensamientos del emparejado. Él tiene que darse cuenta que pierde amigos, hermanos. Tiene que ver que los sacrifica innecesariamente en pos de la pareja.
Aquellos que estamos fuera de la pareja, nada podemos hacer. Sólo miramos impotentes. Pero, ¿y qué tal si le diésemos a aquel emparejado un golpe tan fuerte, tan duro, tan violento en su corazón, en su mente, en su sien, que todo su mundo se tambalee?¿lograríamos con eso que vea por un instante lo que hizo y que tome medidas al respecto?

No.
La expresión es “backfire”. Si hacemos eso, entonces él se preguntará por qué es que sus amigos lo hieren, por qué no están felices por él, por qué no lo comprenden. No sólo no lograríamos el objetivo deseado, sino que empeoraríamos la relación. Pasaríamos de una incomunicación, a una incomunicación hiriente.

No. (¡cuántas negativas!)
Sólo podemos mirar impotentes.

Reencuentros.

Sí. A veces, algunos sin haberse deshecho de la pareja, miran a su alrededor y logran ver sacrificios en vano. Ellos a veces logran recuperar sus vínculos, sus amigos, sus hermanos.


Pero ¿cuánto tiempo, cuánto olvido hasta el punto sin retorno?
...

¿Qué pasará con aquellos que intenten volver, una vez pasado ese punto?
...

¿Qué tanto comparte un grupo de personas con aquella que hace tiempo se fue?
...

¿Qué tan feliz estaría el grupo que sepa que aquella oveja descarriada vuelve?
...



Espero, GJZ, que no averigües esas respuestas.



M.

lunes, diciembre 19, 2005

Hacia el olvido

Hace ya meses del envío de la sigueinte misiva, pero creo que la personas mencionadas al final de la misma (si bien no creo que frecuenten este espacio) merecen como mínimo una inserción aquí. No es por su mérito que decido esto, si no por su existencia. Que su paso nos sirva a los que quedamos para comprender que no podemos cambiar a las personas a nuestra voluntad. Podemos jugar con ellas, hacerlas dudar, podemos inculcarles pequeñas muletillas o frases, hasta podemos enseñarles algunas palabras; pero nunca podremos cambiar su escencia. Y fue la escencia de estos sujetos, lo que al no poder cambiar, no pudimos tolerar.

Muerte a la esperanza, pues nos hizo perder un año.

E-Mail enviado a todo el grupo:

Bienvenidos a todos a lo que espero que sea mi útlimo mail a todas estas direcciones.

hace una semana (o más), se había pautado por este mismo medio, una reunión general en San Carlos. la reunión estaba estipulada para el martes 8 de noviembre, a las 19hs. todos, salvo leo, acusaron revisar los mails todos los días de la semana o su mayoría. por ende, se esperaba contar con una asistencia completa.

la razón real de dicha reunión, enmascarada en un manto de inconsistencia con las palabras "poner nuestros asuntos al día", es lo que yo me propongo hacer en este mail. pero no sin antes aclarar ciertas cosas a todos los lectores.

desde un primer momento se plantearon varias cosas, varios códigos con respecto al manejo del grupo. una de las tantas, que esperaba tácita en toda relación humana, es el hecho de "ir de frente", "poner la cara". como bien todos podrán saber, siempre tenemos el estandarte en alto y tratamos de manejar todo de ésta manera. ya sea hablado antes o después de una sesión, o café por medio en algún bar. pero por falta de concurrencia, falta de tiempo, falta de organización, falta de disponibilidad, falta de muchas cosas, me veo obligado a recurrir al e-mail. bien saben todos mi opinión al respecto de este medio para tratar asuntos serios o problemáticos, pero dado que es mi último recurso, aquí está la intentona.

antes déjenme recalcar mi repudio a este medio, al cual gabo y mariano son tan afines, para tratar discordias, peleas y demases; como nos lo han demostrado empíricamente y por historias. espero haber captado su atención, y podido poner el "tono" que este mail necesita.

estoy cansado. cansado de haber llegado en un 90% de las veces temprano y tenido que esperarlos. odié que casi nunca se disculpen por la tardanza o llamen para avisar que pasó algo. no puedo tenerle respeto a alguien que me deja plantado varias veces y no muestra una pizca de arrepentimiento. estoy cansado de esperar tanto para jugar rol, sólo porque el master de turno no se preparó para cuando debería haberlo hecho.

estoy aburrido. aburrido de jugar rol con personas que no me entienden y que yo no puedo comprender. aburrido de su dirección y su roleo, si es que existe. no puedo jugar un juego, con gente que no me divierte, ni se divierte con mis formas. necesito un mínimo de entendimiento mudo para poder congeniar, un mínimo de conexión para poder reir, y un mínimo de risa para poder jugar.

estoy decepcionado. porque puse mucho tiempo y ganas en producir un cambio, pero nunca llegó. quise tratar una fusión de estilos, una adaptación para la evolución; pero me di cuenta que hubiese sido involuciónar.

estoy intolerante. no puedo tolerar la xenofobia, ni el capricho constante. tampoco el mutismo ni los grises constantes. no tolero que con aquellos con los que quiero jugar, no pueda mantener una conversación ni reunirme en un café. no puedo tolerar separar un juego tan personal y complejo como es el rol, de una amistad o un nivel de respeto y entendimiento.

por esto y más razones que ahora no acuden a mi mente, es por lo que les digo, gabo y mariano, que no quiero jugar más rol con ustedes. quise hacer lo correcto. quise plantear todo de frente. pero nunca aparecieron. allá ustedes, saben lidiar con un mail de este calibre.

sin más. sin rencores, sólo con falta de entendimiento y semejanza.

marto.



Para que puedan comprender, permítanme acercarles las respuestas que recibí.

Transcripción del e-mail del Sr. G.:

"La verdad, no entiendo puesto q salta este monton de cosas y me agarra por sorpresa, y dicen esten monton de cosas, cuando nunca pegaron un llamado para ver como andaba todo... pero bueno, como ustedes digan, igual asi, toy medio perdido."

Deja mucho que desear... demasiado.

Transcripción del e-mail del Sr. M.:

"Disculpen si estuve muy alejado pero el miercoles fallecio mi Abuela, que mas que Abuela es una MADRE!!!! No hay prblema con el rol, los cinco no vamos a jugar mas, entiendo sus posiciones y me parece tambien una cagada el comunicarse por este medio, pero tiempo no hay, cuidense y que les vaya muy bien en todas sus cosas, tienen mi mail, numero de telefono y celular para lo que neseciten, los quiero mucho y espero que todos les vaya muy bien!!!!! MARIANO"

Si bien un poco mejr que el anterior, no se dejen engañar por ese sentimiento que puede surgir a raíz de la perdida del sujeto. No es por desmerecerla, en absoluto, si no para dejar sentado que los problemas en Mi misiva eran anteriores a esto, y el envío de la misma igual. No debe haber mayor tolerancia ni nuevas expectativas por alguien que fue de una manera durante largo tiempo, sólo porque sufrió una perdida.


Este fue el final, merecido y gratificante final, de otra de las épocas del juego que juego jugando y a veces no tanto. Si pudiese arbitrariamente, como siempre, darle un nombre, sería el fin de la Época Oscura de la mesa.

Tal vez, sólo tal vez, entremos ahora en un Iluminismo.


M.